CADENA NEW noticias – La diputada Lourdes Arrieta denunció esta tarde, en sede judicial, a su par Nicolás Mayoraz por violencia de género, luego de que la maltratara en una reunión de bloque a la que Gabriel Bornoroni impidió la entrada de asesores.
Para evitar interrupciones y acaso para llevar adelante el abuso que le imputa la mendocina a su compañero de bancada, dispuso que su secretaria se parase en la puerta del Salón Blanco de la Cámara Baja y oficiara de «culata».
Ante la bronca de Bornoroni y Martín Menem por la anulación del decreto en la sesión, según fuentes del oficialismo, el cordobés y el riojano quisieron desquitarse con Arrieta, Rocío Bonacci y Marcela Pagano, a quienes responsabilizan por la crisis que sufre La Libertad Avanza tras la visita a los represores al penal de Ezeiza.
Frente la oficina donde Menem y Bornoroni encerraron a su tropa, algunos asesores esperaban el resultado de la discusión. Pero dentro del salón la tensión escaló y, desde afuera, se escuchaban gritos de Bonacci y Arrieta.
En ese momento, Pagano salió y pidió ayuda a quienes se encontraban más cerca. Casi en tropel ingresaron asesores de Bonacci, Arrieta y la periodista y justo encontraron a Mayoraz dirigéndose de forma agresiva hacia Arrieta, reprochándole que hubiera radicado una denuncia penal contra los responsables de la excursión al pabellón de los genocidas.
Para colmo, la diputada mendocina apuntó este martes contra Menem, en la comisión de Peticiones, Poderes y Reglamentos, para que se investigue a los verdaderos responsables. «Si tienen que pedir algunas explicaciones, deberían comenzar con quienes lo organizaron, con quienes brindaron las herramientas para que esta visita se lleve a cabo o aquellos que perseguían otros fines que no se nos comunicaron», reclamó.
La desesperación de Mayoraz se explica porque se vinculó su nombre al grupo de WhatsApp que integraban jueces, fiscales, curas y dirigentes libertarios para elaborar un decreto que alivie las penas de los represores mayores de 70 años. «Ahora que le tocaron el culo se volvió un defensor de la causa», indicó.
Cuando arrancó la traumática reunión, se especulaba con la posibilidad de que Menem y Bornoroni buscaran la expulsión de Pagano, Arrieta y Bonacci. Esa ruptura sería en espejo a la que atormenta al PRO por estas horas y alimentaba los cálculos de quienes conjeturaban que perdían tres legisladoras por un lado pero podrían nutrirse con un puñado de bullrichistas que se separaran de la bancada liderada por Cristian Ritondo.
Al cierre de esta nota, la rionegrina Lorena Villaverde pedía que se votara la expulsión de Arrieta pero Bornoroni sugería que «no se tomen decisiones en caliente».