CADENA NEW noticias – El papa Francisco continúa en período de convalecencia de su enfermedad respiratoria y, en el inicio de los ritos por Semana Santa, desde el Vaticano buscan resguardar su salud. Sin embargo, el argentino busca mantener su participación activa durante una de las celebraciones más importantes del calendario católico. De esta manera, el Sumo Pontífice no estuvo presente en la misa Crismal, celebrada en la basílica de San Pedro, aunque si envío un mensaje para ser reproducido durante el evento.
En detalle, la misa Crismal se abre el llamado Triduo pascual y comienzan los ritos de la Semana Santa. Los fieles a lo largo y ancho del mundo esperan que Francisco se ausente físicamente de los diferentes eventos, en medio de su periodo de convalecencia tras estar 38 días internado en el Hospital Gemelli de Roma, del que fue dado de alta el pasado 23 de marzo.
Otro de los numerosos mensajes del Papa fue: “El año jubilar representa así, para nosotros los sacerdotes, un llamado específico a recomenzar bajo el signo de la conversión. Peregrinos de esperanza, para salir del clericalismo y convertirnos en anunciadores de esperanza”.
A pesar de su delicada salud, el papa Francisco busca decir presente en un tradicional ritual
Si algo caracteriza al argentino, a lo largo de toda su carrera, fue la cercanía con los fieles y su tenacidad para predicar el catolicismo. A sus 88 años, el máximo representante de la Iglesia mantiene sus principios y, a pesar de estar en un período delicado de su salud, presiona para decir presente en uno de los actos más simbólicos y que más marcaron su pontificado: la visita a una cárcel para la misa en Coena Domini.
Durante la misma – que tendrá lugar esta tarde – la Iglesia conmemora la Última Cena de Jesús y su gesto de lavar los pies a sus discípulos. Su presencia en el rito todavía no fue confirmada por el Vaticano, que prefiere manejarse con cautela acerca de la participación del argentino en los eventos de Semana Santa.
Según trascendió, la reunión sería privada alrededor de las 12 – hora argentina – y el saludo a los internos debería ser breve. Francisco ya estuvo en 2018 en la prisión cercana al Vaticano, en el barrio de Trastevere, y lavó los pies a 12 reclusos, tres de ellos mujeres.
Desde que comenzó su mandato en la Iglesia Católica, Bergoglio eligió diferentes centros de refugiados y cárceles para el tradicional lavado de los pies. Un ritual que para el Papa tiene un peso simbólico particular y para el que quiere decir presente, pese a que hace menos de un mes que regresó a casa del hospital.